El 24 de febrero Vladimir Putin inició la ofensiva militar sobre Ucrania, país que se encuentra fronterizo con Rumanía, Eslovaquia, Hungría y Polonia, Estados miembros de la UE. Esta guerra llega cuando aún no hemos salido de la situación de pandemia provocada por el coronavirus y afecta a la economía mundial, europea y española.
Alrededor de 15.000 empresas españolas mantienen relaciones comerciales de importación o exportación con el país ucraniano y con el ruso, sumando en 2021 un total de 11.300 millones de euros.
Unas 9.500 empresas españolas mantienen relaciones comerciales con Rusia. El valor de sus operaciones ascendió en 2021 a 8.200 millones de euros. Del total de estas empresas españolas, 4.600 importaron bienes y servicios por valor de 6.000 millones de euros, mientas que alrededor de 5.000 exportaron por valor de 2.200 millones.
Por su parte, en Ucrania el volumen comercial es de unas 5.400 empresas españolas, cuyo valor de sus operaciones fue de más de 3.000 millones de euros en 2021. La mayoría de estas operaciones fue en importaciones (2.410 millones de euros), mientras que las empresas españolas que exportaron bienes fueron 3.700 por un valor de 680 millones.
En cuanto a la Unión Europea, las cifras son más significativas. El comercio exterior de la Unión Europea con Rusia y Ucrania superó en 2021 la cifra de 300.000 millones de euros.
Rusia es el quinto mayor socio comercial de la UE ya que Europa exporta bienes a Rusia por valor de 89.300 millones de euros, suponiendo el 4% de total de las exportaciones realizadas por la Unión Europa en 2021. Los rusos se sitúan en el tercer puesto en cuanto a importaciones hacia la UE, situándose en los 158.800 millones de euros; esto supone un 7,5% del total de la UE. Estas cifras hacen un total de 247.800 millones.
Ucrania, por su parte, tiene menor peso ya que las relaciones comerciales tienen un valor de 52.351 millones de euros. Del total, 28.200 millones fueron exportaciones y 24.000 millones, importaciones.
Además, uno de los ámbitos donde más puede afectar la guerra es en materia de energía, donde España sigue siendo dependiente. Se prevé que tenga incidencia, como estamos viendo ya, debido a que el importe de las compras de energía aumentó hasta un 157% en 2021.
En conclusión, el golpe va a depender de la duración e intensidad de la guerra ya que cuanto más se prolongue esta, más se alargarán las subidas de precios, en especial en la energía, y más se trasladará esta subida al resto de productos de la economía.