El Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) se mantiene como el tributo con mayor recaudación dentro del sector inmobiliario en España, alcanzando aproximadamente 14.000 millones de euros en 2024, lo que representa casi el 30% de la recaudación total vinculada a la tributación sobre la vivienda.
Tras el IBI, el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) se sitúa en segunda posición con 11.000 millones de euros, seguido por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que generó 8.000 millones de euros en ingresos relacionados con el mercado inmobiliario.
Un análisis reciente del Instituto de Estudios Económicos sobre la carga fiscal aplicada al precio de una vivienda protegida, revela que los impuestos suponen alrededor del 25% del precio final del inmueble, lo que significa que una de cada cuatro partes del coste total corresponde a tributos. Esta elevada presión fiscal, según el informe, dificulta el acceso a la vivienda protegida y reduce tanto la capacidad de compra de los ciudadanos como la rentabilidad de los promotores.
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